viernes, 3 de febrero de 2017

Lecturas del V Domingo del Tiempo Ordinario 5 de febrero de 2017



PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO DE ISAÍAS 58, 7-10
Oráculo del Señor: Este es el ayuno que yo quiero: partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, cubrir a quien ves desnudo, y desenterde de los tuyos. Entonces surgirá tu luz
como la aurora, enseguida enseguida se curarán tus heridas; ante ti marchará la justicia, detrás de ti la gloria del Señor. Entonces clamarás al Señor, y te responderá; pedirá ayuda y te dirá: "Aquí estoy".
Cuando alejes de ti la opresión, el dedo acusador y la calumnia, cuando ofrezcas al hambriento de lo tuyo y sacies al alma afligida, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad como elmediodía.
Palabra de Dios



SALMO RESPONSORIAL
Salmo 111, 4-5.6-7.8a.9
R.- EL JUSTO BRILLA EN LAS TINIEBLAS COMO UNA LUZ
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo.
Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos. R.-
El justo jamás vacilará,
el recuerdo será perpetuo.
No temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor. R.-
Su corazón está seguro, sin temor.
Reparte limosna a los pobres;
su caridad es constante, sin falta,
y alzará la frente con dignidad. R.-



SEGUNDA LECTURA
LECTURA DE LA PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS CORINTIOS 2, 1-5
Queridos hermanos:
Yo mismo cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y este crucificado. También me presenté a vosotros débil y temblando de miedo; mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
Palabra de Dios



ALELUYA Jn 8, 12
Yo soy la luz del mundo –dice el Señor. El que me sigue no camina en las tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.


EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 5, 13- 16
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
"Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más
que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo".
Palabra del Señor

No hay comentarios:

Publicar un comentario