ABBÁ. En arameo, la lengua hablada por Jesús, Abbá quiere decir mi padre, papi o papito. es con esta palabra de cariño y confianza con la que Jesús normalmente se dirigía a su Padre, cuando rezaba.
En el Antiguo Testamento, Dios es llamado Padre en diversas ocasiones (Sal 89, 27; Eclo. 23, 1-4; Is 63, 16; 64, 7; Jer 3, 4); pero nunca con esta misma expresión familiar. Esta novedad se pegó fácilmente: a los primeros cristianos les gustaba dirigirse al Padre con la misma palabra que Jesús usaba: Rom 8, 15; Gál 4, 6).
ABRAHAM. Pasó a ser el prototipo de la fe, sobre todo en el NT. Elegido por Dios para ser portador de la promesa de los hijos de Israel y para todos los hombres (Gén 12, 1ss; 15-18). en el NT todo creyente, por la fe, puede convertirse en hijo de Abraham (Gál 3, 7. 29).
ABDíAS. Profeta del AT. Escribió el libro que lleva su nombre antes de la conquista de Edom en el año 312 a.C. Son sólo 21 versículos y aborda el problema de la solidaridad de los más pobres contra un opresor más fuerte (Gén 25, 17-28; 2 R 8, 20-22; Ez 35, 4). Ver IRA DE DIOS.
ADAN. En hebreo, es sustantivo común: quiere decir hombre, persona humana, incluyendo a las mujeres (ver Gén 5, 2); se refiere principalmente a la humanidad en general. Por eso, este nombre fue utilizado para hablar del “primer hombre”, en los ORIGENES de la humanidad. De hecho las narrativas sobre Adán son reflexiones sobre la naturaleza, la manera de ser humano, en general. Es también en este sentido más profundo que el Nuevo Testamento llama a Jesucristo el “NUEVO Adán”. Es significativo el hecho de que, fuera de este caso, en toda la Biblia, no haya ningún otro individuo llamado Adán.
ADULTERO. Muy usado en el sentido de infiel a Dios. Esto ayuda a entender Ap 14,4. Ver ALIANZA, PROSTITUCION, NOVIA, AMEN.
AGEO. Es un profeta que obra en tiempos nuevos, los tiempos del postexilio, hacia los años 520 a.C. Pasadas las pruebas del destierro y de la destrucción de Jerusalén, la comunidad debe pensar en reconstruir la patria comenzando con el templo. A esta animación se dedica el profeta. Ver TEMPLO.
AGUA. Símbolo de la vida y de todo lo que la hace crecer. Ver RIO. Es también símbolo de aquello que libera de la suciedad y de la maldad. En el plural, aguas, ver MAR. Uso litúrgico del agua: ver TIENDA.
ALELUYA. Aclamación típica del culto. En hebreo, quiere decir “alaben a YAVÉ”.
ALFA Y OMEGA. En Ap. 1, 8. Nuestro Señor es llamado. “El Alfa y el Omega”. En griego, Alfa es la primera letra del alfabeto, correspondiente a nuestra A; Omega, que corresponde a nuestra Z, es la última letra. Por eso en algunas traducciones se lee: “Yo soy el A y la Z”. El sentido es claro: Nuestro Señor es el principio y el fin: El es todo.
ALIANZA. Muchas veces un pueblo se une a otro, para beneficio de ambos. Asumen, entonces, un compromiso de fidelidad mutua. Es así como los israelitas veían su unión con Dios. Sólo que Dios no necesita de Alianza; es el pueblo el que la necesita.
A causa de la infidelidad de muchos, Jesucristo inaugura la NUEVA Alianza. Debido a traducciones poco exactas, en vez de Alianza comenzó a usarse también la palabra Testamento. Es en este sentido que se habla de Antiguo y Nuevo Testamento: son libros que hablan, respectivamente, de la Antigua y de la Nueva Alianza; o sea, de dos sistemas de vida. Ver ARCA (DE LA ALIANZA).
ALMA. En la Biblia, es la persona o la vida de la persona. Mi alma = yo; tu alma = tú; y así sucesivamente.
AMEN. En hebreo, quiere decir: firme, sólido verdadero, así es. Nuestro “así sea” es más débil y superficial. Al comienzo de una frase, repetido varias veces, indica la seguridad de alguien que tiene autoridad, para hablar; quiere decir: palabra de honor; hay que creerlo. En Ap 3,14 Jesucristo es llamado el Amén: la fidelidad, la seguridad, la garantía hecha persona.
AMOR. Designa muchas cosas: lo que gusta, un amigo, una mujer, un compañero de trabajo, los hijos. Para Israel Dios ama al hombre. El ha tomado la iniciativa y él mismo le enseña el amor hasta las últimas consecuencias en su Hijo Jesús. La historia de la salvación no es más que la historia de su inmenso amor por el hombre al que le hace el regalo de Jesucristo en los tiempos del Evangelio. En su Hijo Dios concluye las nupcias eternas del esposo con la humanidad. Si tanto amó Dios al hombre hasta entregarle a su Hijo es para que los hombres tengan vida eterna. La vida de Jesús manifiesta muy a las claras el diálogo filial que él mantuvo con su Padre. En la cruz se revela el drama intenso de este amor. El calvario es el lugar del amor perfecto. Pentecostés dará carácter universal a este amor y abrirá a todos los hombres la posibilidad de vivir en diálogo de amor con Dios y con los hermanos. De todas las palabras humanas es la que mejor define a Dios. Dios es amor. Dios es amor y se dio a conocer en un acto de amor. No hay mayor fuente de amor que creer en ese amor. Es imposible procurar el Reino de Dios con algo más eficaz que el amor. El justifica la vida que se entrega para servir con cariño a algunos abandonados, enfermos, ancianos. Se justifica la vida que se aparta de la vida común para dedicarse totalmente a la oración y al amor más íntimo para con Dios. Se justifican los esfuerzos humildes y diarios para poner más amor donde vivimos.
AMOS. Pastor nacido en Tecua, nueve kms. al sur de Belén, hacia el año 760 a.C. Recorre el Norte de Palestina denunciando las injusticias sociales anunciándole días de ira y concluyendo con un llamado de esperanza. Ver IRA DE DIOS.
ANATEMA. Indicaba que el botín de las guerras santas de Israel pertenecía a Dios y por lo tanto debía destruirse. Eran destruidos hombres y animales. Los objetos podían ser entregados al santuario como propiedad de Dios. Cuando Dios pedía el anatema o se prometía con voto para obtener la victoria, su incumplimiento era castigado con la muerte. El aspecto moral de esta costumbre se ha de interpretar de acuerdo a la mentalidad histórica de Israel según el estado inicial de la revelación. En el NT es lo que está sujeto a maldición. Equivale a maldito.
ANCIANOS. Antes de la monarquía, eran los jefes de las tribus, clanes y familias que tenían especial autoridad en medio del pueblo. Igualmente en el tiempo de la Monarquía y después del Exilio, ellos continuaron siendo escuchados en problemas tocantes al bien común. En el Nuevo Testamento aparecen ancianos que son coordinadores de las Iglesias locales. Reciben el nombre de presbíteros, palabra griega que quiere decir anciano, viejo; pero en sí es un título de respeto por su función en la comunidad; la edad no cuenta. Ver HISTORIA DEL ANTIGUO TESTAMENTO Ñ HEREDAR.
ANGEL. En griego, la palabra quiere decir enviado, mensajero. En este sentido, puede haber ángeles al servicio de los hombres y hasta demonios (Mt 25, 41). Dios puede enviar, como sus mensajeros, a un rey (2 Sam 14, 17), a un profeta (Is 14, 32), a otras personas e incluso a los vientos (Sal 104, 4).
Ahora, muchos israelitas imaginaban a Dios sentado en el trono, rodeado de millones de seres celestiales que lo aclamaban sin cesar. Esos seres recibían diversos nombres: EJERCITOS celestiales, hijos de Dios, SANTOS de Dios. Cuando Dios los envía para alguna tarea en la tierra, también ellos pasan a ser mensajeros, ángeles. Cuanto más se consideraba a Dios distante de la tierra, más se sentía la necesidad de intermediarios: para defender a los hombres y para explicarles ciertas cosas en nombre de Dios. El Nuevo Testamento retoma este modo de pensar. En un texto bíblico, cuando un ángel habla, es como el fondo musical de un film o novela: realza lo que se está contando; insinúa que es algo grande, misterioso. Es como si dijese: ¡atención a estas palabras!. En ese caso, el mensaje es más importante que el mensajero.
ANGEL DEL SEÑOR / ANGEL DE YAVÉ. Manera respetuosa de hablar de Dios sin pronunciar su NOMBRE, o sea que el ángel del Señor es el mismo Dios.
ANTROPOLOGIA BIBLICA. La Biblia considera al hombre no en sí mismo sino en su relación con Dios. En este encuadre religioso se sitúan las ideas sobre el hombre y sus estructuras. El hombre de la Biblia es un ser viviente y jamás un ser compuesto de cuerpo y alma, al modo griego. el cuerpo es bueno. Está animado por el ALMA que es el cuerpo mismo en cuanto viviente. Alma es la vida de la persona y se encuentra fundamentalmente en la sangre. Los judíos pensaban que la vida se encontraba en la SANGRE, por lo que la sangre se reservaba a Dios. Todo derramamiento criminal de sangre debe rechazarse y clama venganza. CORAZON es el íntimo de la persona, lo más profundo del hombre: inteligencia, conciencia, conocimiento, intención, conducta, afectos. Al corazón se suelen unir los riñones, sede y fuente de las realidades ocultas y que sólo Dios escruta: planes, pasiones, reacciones. El NT continúa la misma línea. El hombre sigue siendo una unidad. El alma (psique) designa al hombre viviente. El espíritu (pneuma) indica al hombre como un ser espiritual, esclavizado por la carne (sarx). El hombre carnal es el hombre vendido al pecado. El hombre carnal se opone al hombre espiritual salvado por Cristo.
APOCALIPSIS. Nombre del último libro de la Biblia. Apocalipsis, en griego, quiere decir revelación, o sea, manifestación, explicación. Escrito en época de persecución contra los cristianos, el libro desenmascara a los opresores y quiere dar valor y coraje a los oprimidos. Dios muestra a los hombres el sentido de la Historia humana, con sus luchas y victorias, y también la posición de la comunidad cristiana delante de los desafíos de la historia. Actuando así, Dios se revela, nos dice cómo es El. El Apocalipsis tiene un estilo adornado que se reconoce a primera vista: mucho simbolismo de COLORES, NUMEROS, seres extraños, luchas; frecuentes visiones; clima de misterio. Es una manera apropiada para tratar temas que nadie puede expresar con exactitud, objetividad y claridad completa. Se tiene la impresión de que el Apocalipsis sólo describe el fin del mundo; en realidad, este es un modo concreto de comunicar a los oprimidos de todos los tiempos que “al final todo estará bien “, pues Dios vela por su pueblo. Algo semejante sucede con las historias de los ORIGENES.
Esta manera de pensar y de escribir se llama Apocalipsis. Además del Apocalipsis, hay en la Biblia otros textos apocalípticos, como Is 24 al 27; Dan 7 al 12; Zac 12 a 14; Mc 13. Hay también diversos escritos apocalípticos que no fueron incluidos en los libros bíblicos, tales como el Libro de Henoc, la Asunción de Moisés, el Apocalipsis de Abraham. Estos libros no fueron escritos por los personajes que figuran en el título: fueron atribuidos a ellos por respeto, o hablan de tales personas.
APOSTOL. Quiere decir enviado. Dios llama a alguien y lo envía a los hermanos para algún servicio a la comunidad. Apóstoles son, de modo especial, los Doce cuya lista está en Mt 10, 2-4. Ver PEDRO - ELECCION.
ARCA. Es lo mismo que cofre, caja grande. El Arca de la Alianza era una especie de armario de madera de acacia, recubierta de oro, y con dos varales para poderlo transportar en hombros. Tenía 1,25 metros de largo por 0,75 metros de ancho y otro tanto de altura. Dentro de esa caja estaban guardadas las tablas de la Ley, los Diez Mandamientos. El Arca de la ALIANZA era para los israelitas señal de la presencia de YAVÉ, del Dios que ayuda a su pueblo y camina con él. Ver DECALOGO - TIENDA. En la narración bíblica del diluvio, aparece otro tipo de arca: una especie de barco. A esto acostumbramos darle el nombre de Arca de Noé.
ASCENSION. Jesús, muerto injustamente y resucitado, fue exaltado, llevado a la GLORIA del Padre. Muchos pasajes del NT proclaman esto: (Hch 2, 33-36; Rom 8, 34; Ef 4, 8-10). Lucas (Lc 24, 51; Hch 1, 9-11) nos ayuda a profundizar esta experiencia de fe; y lo hace por medio de una serie de símbolos. Durante 40 días (ver NUMERO de lo que es completo) la Iglesia se prepara para un nuevo modo de presencia del Señor resucitado (Hch 1, 3). Después “ante la vista de los apóstoles” (= ellos están seguros de esto), Jesús es elevado al CIELO. Cumplió su misión; ahora él es SEÑOR y REY, “sentado a la derecha del Padre” (1 P 3, 22). Hermoso, alto, amplio, fuente de luz, calor y vida, el cielo es el símbolo de la presencia de Dios. No vamos a imaginar a Jesús en un lugar físico, allá arriba. La ascensión no es un viaje de astronauta; es subida al poder. Las NUBES es un modo de decir que Jesús está en las alturas, pero oculto a nosotros. No está ausente, ni lejos; al contrario: al lado de Dios, puede estar muy presente en todo tiempo y lugar (Mt 18, 20; 28, 20). Así, él ayuda a la Iglesia a promover el REINO DE DIOS y le da sentido a su camino, hasta la VENIDA final. Así se explica la presencia de los dos “hombres vestidos de BLANCO” (= ANGELES)
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