viernes, 11 de febrero de 2011

¿Para quien vino Jesús?.

Del evangelio de San Marcos (7, 24-30)
24 Después Jesús partió de allí y fue a la región de Tiro. Entró en una casa y no quiso que nadie lo supiera, pero no pudo permanecer oculto. 25 En seguida una mujer cuya hija estaba poseída por un espíritu impuro, oyó hablar de él y fue a postrarse a sus pies. 26 Esta mujer, que era pagana y de origen sirofenicio, le pidió que expulsara de su hija al demonio. 27 El le respondió: "Deja que antes se sacien los hijos; no está bien tomar el pan de los hijos para tirárselo a los cachorros". 28 Pero ella le respondió: "Es verdad, Señor, pero los cachorros, debajo de la mesa, comen las migajas que dejan caer los hijos". 29 Entonces él le dijo: "A causa de lo que has dicho, puedes irte: el demonio ha salido de tu hija". 30 Ella regresó a su casa y encontró a la niña acostada en la cama y liberada del demonio.

1 comentario:

  1. Palabra del Señor.

    Es cierto que Jesús fue enviado a las ovejas perdidas de Israel (Mt 15,24). También sus discípulos fueron a territorio israelita, en vida de su maestro (Mt 10,6). Pero en algunas ocasiones aparecía recorriendo regiones paganas: allí expulsó a la legión de demonios (Mc 5, 1-20), allí recibió el testimonio de fe de Pedro en Cesarea de Filipos (Mt 16, 13-19; Mc 8, 27-30). O como en el caso de hoy expulsó al demonio de una mujer sirofenicia (Mc 7, 24.26.30). Jesús comparaba la venida del reino de Dios con la celebración de un banquete. En el mismo los hijos se sentaban a la mesa. En este caso los hijos de Israel y los descendientes de Abraham. Cuando se hablaba de "los cachorros" que "debajo de la mesa, comían las migajas que dejaban caer los hijos" (Mc 7, 27-28), se refería a los pueblos paganos. Es decir los gentiles que también estaban invitados a participar en el banquete del reino de Dios. "Porque el que constituyó a Pedro Apóstol de los judíos, me hizo también a mí Apóstol de los paganos" (Gal 2,8). Pablo, apóstol de los gentiles, invitará a los pueblos a participar del banquete.
    Hoy se completó la lectura del segundo relato de la creación (Gn 2, 18-25). Enseñaba el autor de Génesis: "Después dijo el Señor Dios: "No conviene que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada".Entonces el Señor Dios modeló con arcilla del suelo a todos los animales de campo y a todos los pájaros del cielo, y los presentó al hombre para ver qué nombre les pondría. Porque cada ser viviente debía tener el nombre que le pusiera el hombre" (Gn 2, 18-19). En primer término Dios modeló con arcilla a los animales. Como lo había hecho con el hombre (Gn 2,7). "Y el hombre pone nombre" (Gn 2,20): con este rito expresaba que tenía poder sobre ellos.
    En el relato de la creación de la mujer (Gn 2, 21-25), se utilizó el verbo formar: que es distinto de crear (Gn 1, 1.27), o del verbo hacer. Permite concebir la idea de un Dios que informa lo informe; y como alfarero "forma" al hombre de arcilla antes de comunicarle su espíritu (Gn 2,7). Dios formó a la mujer del costado del hombre dormido, y el hombre le puso nombre, reconociéndola como la "ayuda adecuada". Algunos padres de la Iglesia utilizarán esta misma imagen, para decir: así como "del costado del Adán dormido fue formada Eva; del costado abierto del "nuevo Adán", dormido en la cruz, ha nacido la Iglesia".
    "Por eso el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos llegan a ser una sola carne" (Gn 2, 24). Una carne, porque uno completa al otro. En el Nuevo Testamento esta cita es utilizada para mostrar el designio de Dios; el quiere que la pareja humana se mantenga unida hasta la muerte (Mt 19,5; Mc 10,7-8; 1 Cor 6,16; Ef. 5,31).
    Padre Gonzalo

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