viernes, 4 de febrero de 2011

Estas son las parábolas del evangelio.


La sociedad que los hombres han creado —el “orden establecido”— se basa en tres principios o actitudes:
Tener: Dinero.
Mandar: Dominio.
Sobresalir: Posición.
Estas son las tres ambiciones básicas de la sociedad existente (lo que el diablo ofrecía a Jesús en el desierto -Lc 4,3ss-). Por eso, necesariamente, es una sociedad injusta en cualquier hipótesis, con cualquier régimen, en cualquier sistema social que no desarraigue del mundo esas tres ambiciones.
La sociedad existente es irreformable.
Jesús no es un reformador. El viene a proponer la alternativa de Dios a esta sociedad, con otra, cuyos valores fundamentales son:
Compartir: No hay “mío” ni “tuyo”, sino “nuestro”.
Igualdad: No hay menor ni mayor.
Servicio: Nadie manda y todos sirven.

Y Jesús,
que es un hombre del pueblo,
para hacerse entender por el pueblo,
habla en PARÁBOLAS.

Parábola es una narración simbólica de la que se desprende una enseñanza, que no todos pueden entender, sino el que está bien dispuesto para ello (Mt 13,9-11): «El que pueda entender, que entienda» [la gente sencilla está mejor dispuesta que los “sabios y entendidos” (Mt 11,25)].
TODAS la parábolas del Evangelio se refieren a algún detalle del Rein[ad]o de Dios (estructura, opción fundamental, actitudes del discípulo...):

“EL REINO DE DIOS —LA COMUNIDAD CRISTIANA—
SE PARECERÁ A...”:
[La clasificación siguiente es, nada más, una sugerencia, pero el criterio de interpretación de cualquier parábola debe confluir en la idea del seguimiento de Cristo para la construcción de un mundo nuevo, no de la imitación de Cristo ni la práctica de la virtud para la perfección individual, ideas muy de San Pablo y muy arraigadas en la tradición católica, pero ajenas al Evangelio].

ESTRUCTURA  Y FUNCIONAMIENTO

El Sembrador (Mt 13,18-23; Mc 4,1-20; Lc 8,4-15).
El crecimiento de la semilla (Mc 4,26-29).
El grano de mostaza (Mt 13,31-32; Mc 4,30-32; Lc 13,18-19).
La levadura (Mt 13,33-35; Mc; 4,33-34; Lc 13,20-21).
El tesoro escondido (Mt 13,44).
La perla preciosa (Mt 13,45-46).
La red de pescar (Mt 13,47-50).
El dueño que cuida de lo nuevo y de lo viejo (Mt 13,51-52).

DISPOSICIONES DEL DISCÍPULO

La oveja perdida (Mt 18,11-14; Lc 15,1-7).
La moneda perdida (Lc 15,8-10).
El hijo pródigo (Lc 15,11-32).
El fariseo y el publicano (Lc 18,4-14).
El Buen Pastor (Jn 10,1-21).
Los dos deudores (Mt 18,13-35).
El buen samaritano (Lc 10,25-37).
El mayordomo infiel (Lc  16,1-13).
El rico y Lázaro (Lc 16,14-31).
El rico insensato (Lc 12,13-21).
Los dos hijos (Mt  21,28-32).
El edificador de la torre (Lc 14,28-30). 
El Rey que va a la guerra (Lc 14,31-33).
Sobre el amigo que pide los panes (Lc 11,5-8).
El juicio injusto (Lc  18,1-8).
Los labradores malvados (Mt 21,33-46, Mc 12,1-12).
La higuera estéril (Lc 13,6-9).
La fiesta de bodas (Mt  22,1-14, Lc 1,16-24)
Los sirvientes (Mt  24,45-51, Lc 12,42-48).
Sobre los labradores que recibieron el mismo sueldo (Mt  20,1-6).
Sobre los esclavos que esperan la venida del amo (Mt 24,42 44, Lc 13,35-40).
La vid y los sarmientos (Juan 15,1-8).

ESCATOLÓGICAS

Las diez vírgenes (Mt 25,1-13)
Los talentos (Mt 25,14-30 )
La cizaña. Mt  13,24-30 à 36-43.
El siervo vigilante (Mc13,34-37 )
La higuera (Mt 24,32,34; Mc 13,28-30; Lc 21,29-32)
El padre de familia (Mt 24,43-51)
Los “ateos” (Mt 25,31-46)                   

NOTA: “Escatología” procede del griego esjatos y logía = lo referente a la vida después de la muerte, el cumplimiento definitivo del Reinado de Dios.
Por favor, no confundirla con otra palabra que también suena “escatología”, pero que procede del griego eskatos y significa lo relativo a la mierda (con perdón).
El mundo la utiliza en el segundo sentido, pero el Reinado de Dios no es de este mundo.

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