lunes, 31 de enero de 2011

Jesús hablaba en parabolas (I)

Mateo 13:10-17; Marcos 4:10-12; Lucas 8:9-10
      A. Parábolas en el Antiguo Testamento. Isa. 5:1-7, la par bola de la viña. Un dicho común entre rabinos judíos era "¿A qué lo compararé?" (Mateo 11:16).
      B. Jesús las usaba más que nadie. Ni antes ni después ha habido otro maestro que tanto haya enseñado en par bolas. Marcos 4:33,34, "Con muchas parábolas como estas les hablaba la palabra, conforme a lo que podían oír. Y sin parábolas no les hablaba; aunque a sus discípulos en particular les declaraba todo".
I. ¿Qué es una "parábola"?
      A. "'Parabole' denota lit., un poner al lado (relacionado con 'paraballo', arrojar o depositar al lado, comparar). Significa la puesta de una cosa al lado de otra con el propósito de comparar ... Por lo general se usa de un relato algo largo sacado de la naturaleza o de circunstancias humanas, siendo su objeto la enseñanza de una lección espiritual".
      B. No es "fábula" (véase Jueces 9:14,15). Las fábulas quebrantan las reglas de la naturaleza, dando a los árboles y animales poderes humanos. Las fábulas no podrían servir el propósito de Jesús. Las fábulas enseñan lecciones prácticas que tienen que ver solamente con relaciones humanas. Las parábolas tratan de nuestras relaciones con Dios; tienen significado celestial y eterno.
      C. No es "alegoría" (véase Gál. 4:21-26), porque cada detalle de una alegoría representa algo o alguien. Es verdad que a veces los elementos particulares de una parábola tienen significado (como en la parábola del sembrador), pero comúnmente cada parábola tiene una sola lección central.
          1. Un error grande en el uso de las parábolas es el de buscar el significado de cada detalle de la parábola, aunque Jesús no lo haga.
          2. Por ejemplo, cierto predicador presentó un sermón sobre "El Buen Samaritano", y dijo que el viajero representa la raza humana; el dejar Jerusalén representa el apartarse de Dios; Jericó representa la tentación; los ladrones, el diablo y sus ángeles; el sacerdote, el Antiguo Testamento; los levitas, la ley de Moisés; y el samaritano, el Salvador del mundo. Pero ¿qué enseñó Jesús en esta parábola? La lección de usar de misericordia con todos, sin acepción de personas, una sola lección muy sencilla y muy preciosa.
          3. Más de una lección. Es verdad que puede haber en algunas de las parábolas más de una lección. Por ejemplo, la parábola de los talentos (Mateo 25:14-30) tiene que ver con la responsabilidad individual, pero también se refiere claramente al juicio final, de recompensa para los fieles y castigo para los infieles.
          4. Las circunstancias no tienen importancia. Esta regla es importante. En la mayoría de las parábolas las circunstancias no tienen significado. Por ejemplo, Mat. 13:44, el pensamiento principal es simplemente el gozo del hombre que halló un tesoro. En seguida, Mat. 13:45,46, habla de la perla de gran precio, y el pensamiento principal es el valor del reino.
      D. Una ilustración. Una parábola es simplemente una ilustración basada en eventos comunes, las actividades diarias de la gente. Jesús conoce al hombre, y conocía perfectamente a la gente de Palestina, todo aspecto y detalle de su vida diaria.
          1. Leemos sus parábolas y los hogares de aquel tiempo se nos abren. Vemos una mujer haciendo pan; a otra en la costura; la emergencia de aquel que pide pan a media noche para la visita; los ricos con bodegas llenas; el trabajador que no se atreve a comer hasta que el patrón haya comido.
          2. Hay muchos contrastes: judíos escogidos y samaritanos aborrecidos; el rico que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez, y el mendigo que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas.
          3. Todo el panorama se presenta: el agricultor arando, el pescador con sus redes, la alegría de los que se recibían en las bodas y la tristeza de los que no podían entrar, el edificador construyendo una torre, la viuda ante el juez pidiendo justicia.

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