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jueves, 9 de agosto de 2018

Lecturas del XIX Domingo del Tiempo Ordinario 12 de agosto de 2018

PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO PRIMERO DE LOS REYES 19, 4-8
En aquellos días, Elías continuó por el desierto una jornada de camino, y al final se sentó bajo una retama, y se deseó la muerte diciendo:
-- Basta ya, Señor, quítame la vida, pues yo no valgo más que mis padres.
Se echó debajo de la retama y se quedó dormido. De pronto un ángel lo tocó y le dijo:
-- Levántate, come.
Miró Elías y vio a su cabecera un pan cocido en los brasas y una jarra de agua. Comió, bebió y volvió a echarse. Pero el ángel del Señor le tocó por segunda vez diciendo:
-- Levántate, come, que el camino es superior a tus fuerzas.
Se levantó Elías, comió y bebió, y con la fuerza de aquel alimento caminó cuarenta días y cuarenta noches, hasta el Horeb, el monte del Señor.
Palabra de Dios



SALMO RESPONSORIAL
SALMO 33
R.- GUSTAD Y VED QUÉ BUENO ES EL SEÑOR.
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca.
Mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R.-

Proclamad conmigo la grandeza del señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R.-

Contempladlo y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
y lo salva de sus angustias. R.-

El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles, y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el se acoge a él. R.



SEGUNDA LECTURA
LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS EFESIOS 4, 30-5, 2
Hermanos:
No pongáis triste al Espíritu Santo. Dios os ha marcado con él para el día de la liberación final. Desterrad de vosotros la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda la maldad. Sed buenos, comprensivos, perdonados unos a otros como Dios os perdonó en Cristo. Sed imitadores de Dios, como hijos queridos y vivid en el amor como Cristo os amó y se entregó por nosotros como oblación y víctima de suave olor.
Palabra de Dios



ALELUYA Jn 6, 51-52
Yo soy el pan vivo bajado del cielo –dice el Señor--, el que coma de este pan vivirá para siempre.



EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 6, 41- 51
En aquel tiempo, los judíos criticaban a Jesús porque había dicho: "Yo soy el pan bajado del cielo", y decían:
-- ¿No es este Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre?, ¿cómo dice ahora que ha bajado del cielo?
Jesús tomó la palabra y les dijo:
-- No critiquéis. Nadie puede venir a mí, si no lo trae el Padre que me ha enviado." Y yo le resucitaré en el último día. Está escrito en los profetas: "Serán todos discípulos de Dios." Todo el escucha que lo dice el Padre y aprende, viene a mí. No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que viene de Dios: este ha visto al Padre. Os lo aseguro: el que cree, tiene vida eterna. Yo soy el pan de vida.
Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: este es el pan que viaja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne, para la vida del mundo.
Palabra del Señor

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