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martes, 2 de agosto de 2016

Lecturas de la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María 15 de agosto de 2016.

Lecturas de la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María 15 de agosto de 2016.
 
PRIMERA LECTURA
Una mujer vestida de sol, la luna por pedestal
Lectura del libro del Apocalipsis 11, 19; 12, 1-6. 10
Se abrió en el cielo el Santuario de Dios, y apareció en su Santuario el arca de su alianza, y hubo relámpagos, y voces, y truenos y fuerte granizada.
Un gran signo apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, y la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza; y está encinta, y grita con dolores de parto y con el tormento de dar a luz. Y apareció otro signo en el cielo: un gran dragón rojo, que
tiene siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas siete diademas y su cola arrastra la tercera parte de las estrellas de cielo y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se puso en pie ante  la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su Hijo  cuando lo diera a luz. Y dio a luz  un Hijo varón, el que ha de pastorear a todas las naciones con vara de hierro; y fue arrebatado su hijo junto a Dios y junto a su trono; y la mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar preparado por Dios para ser allí alimentada mil doscientos sesenta días.
Y oí una gran voz en el cielo que decía: "Ahora se ha establecido la salvación y el poder y el reinado de nuestro Dios y la potestad de su Cristo, porque fue precipitado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba ante  nuestro Dios día y noche."


Salmo responsorial
Sal 44, 10. 11-12. 16.

R/ De pie a tu derecha está la reina enjoyada con oro de Ofir.
Hijas de reyes salen a tu encuentro,
de pie a tu derecha está la reina,
enjoyada con oro de Ofir
Escucha, hija, mira: inclina el oído,
olvida ti pueblo y la casa paterna;
prendado está el rey a tu belleza:
póstrate ante él, que él es tu Señor.
Las traen entre alegría y algazara,
van entrando en el palacio real.


 
SEGUNDA LECTURA
Primero Cristo, como primicia; después todos los que son de Cristo.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios. 15, 20-27.
Pero Cristo ha resucitado de entre los muertos y es primicia de los que han muerto. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre vino la resurrección. Pues lo mismo que en Adán mueren todos, así en Cristo todos serán vivificados. Pero cada cual en su puesto: Cristo como primicia; después todos los que son de Cristo, en su venida, después el final, cuando Cristo entregue el Reino a Dios Padre, cuando haya aniquilado todo principado, poder y fuerza. Pues Cristo tiene que reinar hasta que ponga a todos sus enemigos bajo sus pies. El último enemigo en ser destruido será la muerte, porque lo ha sometido todo bajo sus pies. Pero, cuando dice que ha sometido todo, es evidente que queda excluido el que  le ha sometido todo.


EVANGELIO
El Poderoso ha hecho obras grandes por mí; enaltece a los humildes.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas. 1, 39-56.
En aquellos mismos días, María se levantó y se puso en camino deprisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel de Espíritu Santo; y levantando  voz exclamò : "Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, ¿Quien soy yo para me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá.
Y dijo María:
"Proclama mi alma la grandeza del Señor
se alegra mi espíritu en Dios mi salvador
porque ha mirado la humildad de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mi: su nombre es
Santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
El hace proezas con su brazo, dispersa a los que son soberbios de corazón.
 Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes.
A los hambrientos colmó de bienes y a los ricos despidevacios.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abraham y de su descendencia porsiempre."
María se quedó con ella unos tres meses, y  volvió a su casa.


 

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