Esto dice el Señor:
«Derramaré sobre la casa de  David y sobre los habitantes de Jerusalén un espíritu de perdón y de oración, y  volverán sus ojos hacía mí, al que traspasaron.
Aquel día el duelo de  Jerusalén será tan grande como el de Hadad-Rimón, en los llanos de 
Meguido.
Meguido.
Aquel día brotará una fuente  para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, remedio de errores e  impurezas.
Palabra de Dios.          
SALMO RESPONSORIAL             
SAL 62, 2. 3-4. 5-6. 8-9 
R. MI ALMA ESTÁ SEDIENTA DE  TI, SEÑOR, DIOS MÍO.
Oh Dios, tú eres mi Dios,  por ti madrugo, 
mi alma está sedienta de ti; 
mi carne tiene ansia de ti, 
como tierra reseca,  agostada, sin agua. R.
¡Cómo te contemplaba en el  santuario 
viendo tu fuerza y tu  gloria! 
Tu gracia vale más que la  vida, 
te alabarán mis labios. R.
Toda mi vida te bendeciré 
y alzaré las manos  invocándote. 
Me saciaré 
como de enjundia y de  manteca, 
y mis labios te alabarán  jubilosos. R.
Porque fuiste mi auxilio, 
y a la sombra de tus alas  canto con júbilo. 
Mi alma está unida a ti, 
y tu diestra me sostiene. R.
SEGUNDA LECTURA 
LECTURA DE LA CARTA DEL  APÓSTOL SAN PABLO A LOS GÁLATAS 3, 26-29 
Hermanos:
Todos sois hijos de Dios por  la fe en Cristo Jesús.
Cuantos habéis sido  bautizados en Cristo, os habéis revestido de Cristo.
No hay judío y griego,  esclavo y libre, hombre y mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo  Jesús.
Y si sois de Cristo, sois  descendencia de Abrahán y herederos según la promesa.
Palabra de Dios.          
ALELUYA Jn 10,27
Mis ovejas escuchan mi voz –dice el Señor—y yo las conozco, y ellas me siguen.
EVANGELIO  
      LECTURA DEL SANTO EVANGELIO  SEGÚN SAN LUCAS 9, 18-24
Una vez que Jesús estaba  orando solo, lo acompañaban sus discípulos y les preguntó:
- «¿Quién dice la gente que  soy yo?».
Ellos contestaron:
- «Unos, que Juan el  Bautista; otros, que Elías, otros dicen que ha resucitado uno de los antiguos  profetas».
Él les preguntó:
Pedro respondió:
-«El Mesías de Dios».
Él les prohibió  terminantemente decírselo a nadie. Porque decía:
- «El Hijo del hombre tiene  que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas,  ser ejecutado y resucitar al tercer día».
Entonces decía a todos:
- «Si alguno quiere venir en  pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga. Pues el  que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa  la salvará».
Palabra del Señor.


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