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miércoles, 23 de marzo de 2011

Las parábolas de Jesús(III)

Higuera estéril

Lucas 13, 6-9
6 Les dijo esta parábola: «Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, y fue a buscar fruto en ella y no lo encontró. 7 Dijo entonces al viñador: "Ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro; córtala; ¿para qué va a cansar la tierra?" 8 Pero él le respondió: "Señor, déjala por este año todavía y mientras tanto cavaré a su alrededor y echaré abono, 9 por si da fruto en adelante; y si no da, la cortas."»

Comentarios a la Parábola Higuera estéril

Gunther Schiwy, "Iniciación al Nuevo Testamento", Ed. Sígueme, España, 1.969

Comentarios a Lc 13, 6-9

La parábola (cf. Mt 13, 24A) ve en la higuera (cf. Mc 11, 12-14), por la que trepa la viña (cf. Mt 7, 15-16), una imagen del pueblo escogido. Ha desengañado ya tantas veces a Dios (tres simbolismo de los números, cf. Mt 1, 17; Jn 21, 15-17; ¿o se alude a una actividad de tres años de Jesús?), que ahora finalmente ha de ser reprobado. Sin embargo, aún se le concede un plazo de gracia, plazo que corre ya y es la predicación de Jesús. Que dé fruto (cf. Mt 3, 8), es aún posible (según esta versión de Lucas, conforme a la situación en que hace proponer a Jesús la parábola).

San Ambrosio

Tratado sobre el Evangelio de San Lucas lib.VII,160

«¿Qué querrá significar el Señor al usar con tanta frecuencia en su evangelio la parábola de la higuera? En otro lugar ya has visto cómo, al mandato del Señor, se secó el verdor de este árbol (Mt 21,19). De aquí has de concluir que el Creador de todas las cosas puede mandar que las diversas especies de árboles se sequen o tomen verdor en un instante. En otro pasaje recuerda que la llegada del estí o suele conocerse porque surgen en el árbol retoños nuevos y brotan hojas (Mt 24,32). En estos dos textos hay figurada la vanagloria que perseguía el pueblo judío y que desapareció como una flor, cuando vino el Señor, porque permanecía infructuosa en obras, y lo mismo que con la venida del estío se recolectan los frutos maduros de la tierra toda, así también, en el día del juicio, se podrá contemplar la plenitud de la Iglesia, en la que creerán los mismos judíos».
Existe también un relato de la higuera que Jesus maldijo, la cual sin ser una parábola, frecuentemente se la cita como tal. Se trata de La maldición de la higuera.

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